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El objetivo prinicipal, es que el futuro puente de "Paso Meza" se construya respetando las disposiciones ambientales en vigencia.

Edwin E. Harvey
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Batel Año 1998 – Una experiencia reciente (4to. Artículo)


Nada se sabe bien sino por medio de la experiencia. Sir Francis Bacon (1561-1626) Filósofo y estadista británico.

Cuando los ingleses construyeron las vías del ferrocarril en nuestra provincia de Corrientes, además de su ciencia; se basaron en la experiencia para la construcción de ese tipo de obras; y por ello, sus puentes pudieron resistir más de 100 años en pie. Se construyeron sin la tecnología actual, pero con verdadero cuidado de su entorno y respetando el medio natural, ya que para el diseño del trazado y de sus puentes; colaboraron biólogos, botánicos e hidrólogos marcando el camino correcto. Sus costos mediatos pudieron ser altos; pero sus resultados finales fueron verdaderamente rentables. Quizás sin saberlo, eran ambientalistas.

Este llamado de atención que hacemos por la construcción del puente de Paso Meza (y por sus terraplenes), tiene un antecedente muy cercano en el tiempo y en el espacio.

En nuestra misma provincia de Corrientes, durante los años 1997 y 1998 ocurrieron eventos hidrometeorológicos extremos, como consecuencia del fenómeno conocido como EL NIÑO. El nombre científico del fenómeno es Oscilación del Sur El Niño (El Niño-Southern Oscillation, ENSO, por sus siglas en inglés) y es un fenómeno climático erráticamente cíclico, con más de once milenios de historia climática; que consiste en un cambio en los patrones de movimientos de las masas de aire provocando, en consecuencia, un retardo en la cinética de las corrientes marinas "normales", desencadenando el calentamiento de las aguas tropicales del Océano Pacífico. Esto provoca estragos a escala mundial, afectando a América del Sur, Indonesia y Australia.

Las consecuencias de este fenómeno climático llevan a regiones aleatorias de América del Sur a tener lluvias intensas, incrementa la formación de nubes generadas en la zona de convergencia intertropical, desencadena períodos muy húmedos y de baja presión atmosférica. Como ejemplo citamos que los cuatro grandes picos de caudal en el Paraná medio durante el siglo que finalizó 1983,1904, 1992 y 1998, se relacionan directamente con el fenómeno de El Niño; en que se detectaron fuertes y positivas anomalías en la región.

Estos eventos hidrometeorológicos extremos, han sido objeto de varios estudios científicos; siendo el caso del Arroyo Batel un caso paradigmático. La empresa EVARSA midió el nivel de las aguas en Paso Cerrito (aguas abajo del puente Batel sobre RN 123), donde se destaca el pico extraordinario de 734 m3/s (aforado el 21 de abril de 1998). El promedio del período 1993 al 2002 (descartando la crecida extraordinaria de 1998) tiene un valor medio de 34,5 m3/s. Es decir, que el Arroyo Batel fue capaz de aumentar su caudal promedio en más de 200 (doscientas) veces y estamos hablando de un curso de agua de llanura; no de un río de montaña. La causa de ese aumento fueron las lluvias extraordinarias que recibió la cuenca. Lluvias no previstas ni previsibles, pero que ocurrieron.

Ruta Nacional N° 123 en Puente Batel - Año 1998

Estos fenómenos meteorológicos, han causado pérdidas en vidas humanas, evacuados; y además afectó severamente a la economía y a la producción y también al ambiente. El puente Batel, ubicado sobre la Ruta Nacional N° 123 resulto severamente dañado, justamente por que no estaba diseñado para soportar semejante caudal de agua. El puente del ferrocarril, construido en la misma zona, sigue indemne hasta el día de hoy.

Una espina de experiencia vale más que un bosque de advertencias. James Russell Lowell (1819-1891) Poeta y escritor estadounidense.

En consecuencia; no podemos decir que las predicciones realizadas por nuestros científicos sean alarmistas. El Ing. Eliseo Popolizio (recientemente fallecido y quien fuera un referente en materia hidrológica en nuestra Provincia y con transcendencia internacional) refiere en su trabajo “Escenarios Alternativos sobre las modificaciones en el medioambiente, las Obras de Infraestructura y la Organización Espacial, frente a la Acción Antrópica y el Cambio climático Global en el NEA. Estado de avance” (UNNE 2000) que: …” 1) La acción antrópica sobre el medio natural va en aumento y está originando desequilibrios apreciables en las formas y funcionamiento del relieve, en gran parte como consecuencia de la ignorancia consciente o inconsciente de la Geomorfofisiología, y 2) Todo parece indicar que se está produciendo un cambio climático notorio a partir de la década del `60 y que de continuar, si no se trata de una simple oscilación, traería consecuencias”…

Lo expresado como soporte contextual del trabajo referido; resulta plenamente aplicable a la futura construcción del puente sobre el Paso Meza; y fundamentalmente sobre sus terraplenes del acceso (ya que el puente en realidad deja pasar el agua por debajo y se critica su escaza dimensión, no su construcción).

También nos dice Popolizio: “En las planicies embutidas las obras viales constru-idas transversalmente al escurrimiento actúan como verdaderos diques, por las bajísimas pendientes (1:10.000), endicando las aguas y con frecuencia siendo sobrepasadas por ellas, con arrastre de las carpetas de rodamiento o destrucción de las obras de arte”.

También Popolizio afirma que: “Algunos muros de defensa o terraplenes viales provocan obstrucción del escurrimiento dejando escasa “transparencia” lo cual da lugar a remansos durante las inundaciones”.

Justamente, el puente sobre el Arroyo Batel y sus terraplenes viales asociados han sido un claro ejemplo de ello; y de construirse el puente de Paso Meza dejando solo una luz o sección de 120 mts. (previsto en el proyecto); se estará cometiendo el mismo grave error.

Y finaliza Popolizio en el trabajo citado mas arriba, como primera conclusión que: “…Como resultado de lo antedicho, de manifestarse el escenario mencionado habrá que tomar una serie de medidas estructurales y no estructurales entre las cuales podemos mencionar, a título de ejemplo: 1) emplear recurrencias mayores en la determinación de la tormenta de cálculo para el alcantarillado urbano, para las crecientes fluviales y el diseño de las obras de arte en las obras viales…

Otro gran científico, el Profesor J.J. Neiff (Director del CECOAL), en su obra “El Iberá ¿En peligro?”, pág. 65 nos dice que: “El manejo del agua en humedales debe ser más que cuidadoso. Hay numerosas experiencias de daños ambientales graves por incom-petencia, por pragmatismo, o por falta de visión para encontrar soluciones integrales

Justamente, lo que se pide con este planteo es que sean cuidadosos, que veamos un poco mas allá del presente, que la incompetencia o un mal entendido pragmatismo no nos lleve a cometer errores previsibles; y construyamos de una vez por todas obras viales acor-des con el ambiente donde pertenecen. No se pretende poner “palos en la rueda” como les gusta decir a los pragmáticos acérrimos; sino que por el contrario se busca que “sus ruedas” puedan girar por mucho tiempo, y queden en la historia como administradores notables.

La teoría es asesinada tarde o temprano por la experiencia. Albert Einstein (1879-1955) Científico estadounidense de origen alemán.

Entre los parámetros mas importantes que se toman para la construcción de puentes; esta la denominada recurrencia (probabilidad de que algo ocurra en un período de tiempo), a los efectos de dimensionar, entre otras cosas el caudal hídrico que deberá soportar. Así podemos decir que si Batel tuvo un caudal de 734 m3/s aforado el 21 de abril de 1998 (hace 10 años aprox.) es probable que tal fenómeno se repita en un lapso similar. ¡Y en los puentes las recurrencias que se toman son de 100 años! En tal sentido, Popolizio nos dice que: El escenario futuro más probable sería entonces caracterizado por un aumento de las precipitaciones y de la intensidad de las lluvias dando lugar a inundaciones cada vez más graves (mayor recurrencia) tanto fluviales como pluviales en áreas rurales y urbanas.

Las recurrencias utilizadas por los ingenieros en obras anteriores; han quedado desactualizadas en virtud de los cambios climáticos que se han producido en los últimos tiempos. También, las expectativas futuras que se proyectan en tal sentido; son bastante desalentadoras. Por ejemplo, en el caso del puente de Paso Meza; deben preverse las condiciones similares a las sufridas en el año 1998 en toda la provincia, previendo en los terraplenes de acceso, la construcción de suficientes alcantarillas para evitar fenómenos de socavación, que fueron la causa de la destrucción de la rutas correntinas en 1998.

Socavación (erosión hídrica) - Alcantarilla colapsada en RN 12 – Corrientes 1998

Es notable el análisis realizado en la tesis doctoral realizada por la Doctora en Geografía Pilar Yolanda Sierra, en la Carrera Doctorado en Geografía de la Universidad del Salvador (2002), cuando estableció que: “Asociada íntimamente a las actividades productivas, la infraestructura vial, es otro de los elementos antrópicos afectado en épocas de grandes precipitaciones y excesos hídricos en el escurrimiento. La necesidad de integración en sentido norte sur y este oeste, ha llevado a la existencia de una densa red vial, de diseño angular, y una compleja jerarquización, que ha compartimentado el espacio, al par que lo ha tornado sumamente vulnerable:

1- Porque sus condiciones de trazado hacen que gran parte de ella sea transversal a los ejes de las principales cuencas hídricas, por lo cual en ellas se crean compartimentos que ofician de embalses escalonados.

2- La falta de organización lineal de las vías de drenaje, conformada bajo sistemas esteroicos y cañadoicos, les impide adquirir la capacidad hidráulica como para superar el obstáculo constituido por el camino, por lo cual en áreas de planicies aumenta el tirante hidráulico y en consecuencia, la expansión de las superficies inundadas.

3- Para los mantos de agua formados en las planicies, la baja energía del relieve hace que aún los más pequeños elementos que tienen sentido transversal al escurrimiento, se convierten en obstáculos, tal como lo hacen los alambrados, la vegetación y con más razón los terraplenes viales.

4- La acumulación de grandes masas de agua, hacia las nacientes, genera un aumento de la presión hidráulica sobre los terraplenes, los cuales se fisuran o rompen, poniendo en riesgo la integridad del camino.

5- Es característica la construcción de obras de infraestructura (puentes y alcantarillas) cuyas dimensiones no están acordes a los volúmenes a evacuar, ni a la altura de las aguas, (que puede alcanzar varios metros) por lo cual muchas veces éstas sobrepasan el nivel de la ruta, “cortándola”.

6- El paso del agua por las alcantarillas estrechas produce una aceleración que aumenta su capacidad erosiva. Se puede generar socavación en los pilares de anclaje o en las plateas y la obra queda en riesgo de caída y frecuentemente colapsa.

7- El transporte de biomasa flotante durante las crecientes es también un factor de freno al escurrimiento al quedar atrapada ante los obstáculos tales como puentes, troncos, alambrados, pilares de puentes, y pasar a constituir por sí misma un obstáculo para el drenaje.

9- En otros casos, el camino sigue la misma concavidad del terreno (en un estilo badén) por lo cual las aguas de creciente lo sobrepasan fácilmente.”Lo antes citado por la Dra. Sierra es determinante. Construir obras viales en geografías como la nuestra, exige respetar el relieve, el agua y su previsible comportamiento. Los puentes del siglo XIX del ferrocarril construidos en nuestra provincia, están correctamente diseñados y hasta el día de hoy se mantienen en pié; por que respetaron el valle inundable del río (que marcan los flujos máximos históricos reflejados en marcas del terreno) y dejaron el margen suficiente para que el agua escurra.

Lo antes citado por la Dra. Sierra es determinante. COnstruir obras viales en geografías como la nuestra, exige respetar el revlieve, el agua y su previsible comportamiento. Los puentes del siglo XIX del ferrocarril construidos en nuestra provincia, están correctamente diseñados y hasta el día de hoy se mantienen en pié; por que respetaron el valle inundable del río (que marca los flujos máximos históricos reflejados en marca del terreno) y dejaron margen suficiente para que el agua escurra.

Río Santa Lucía – Valle inundable 800 a 1000 mts. de ancho - San Roque - Corrientes

No ha sido el objeto abrumar al lector con datos técnicos; pero resulta necesario transcribir la opinión de personas preparadas; todas ellas de nuestra zona; y de artículos puntuales que hablan de Batel 1998, para que podamos entender que lo que se esta pidiendo (la construcción idónea de obras viales sobre nuestros humedales) responde no solo al sentido común; sino también a principios básicos de ingeniería e hidráulica.

En resumen, construyamos el puente de Paso Meza y sus terraplenes asociados; respetando el ambiente, la naturaleza, nuestra economía y por sobre todo; a las generaciones futuras. Que la incompetencia, el pragmatismo o la falta de visión; no nos impidan la vigencia de los nuevos mandatos constitucionales.

Sólo una cosa es más dolorosa que aprender de la experiencia, y es, no aprender de la experiencia. Laurence Johnston Peter (1919-1990) Profesor y escritor canadiense.

Corrientes, 13 de junio de 2008.-
Edwin E. Harvey
DNI 17.248.849
edwin.harvey@gmail.com

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